Una noche.

Ya llegaba, se veía venir, tu boca se acercaba a mi y no podía esperar más.
Mi corazón se aceleraba incesantemente y cada vez lo deseaba más.
Hasta que nos miramos, y el momento llegó después de tanto esperarlo.
Y juro que nunca voy a olvidar el calor de tus labios.

...

De vez en cuando me acuerdo de vos y tus besos, pero el recuerdo se desvanece al notar que ya no estas y no puedo tocarte. Pero por las noches todo se vuelve incontrolable y miles de imágenes recorren mi mente. Y así es como tu nombre, tus besos, tu perfume y mi subconsciente se ve gobernado por vos, ya no cabe nadie más. Sólo vos y yo en un sueño, en un sueño en el que sos sólo mio, mio como nunca lo fuiste. Vivo una vida con tu boca, pero no es real. Estás más y más lejos, y te quiero más cerca, te quiero con tu dulzura, con tu sonrisa y con tu voz. Viviendo con mis ganas de volverte a tener y revivir esos sueños que no me dejan respirar.

Buscarte.

Se me escapa la vida

buscando ser tu salvación,
buscando ser lo que buscás,
intentando ser tu perdición.
Dando la vida por derretirte con mis besos
y emborracharte de calor.
Me esfuerzo cada día por tenerte una vez más
y significar un tercio de lo que deseo.
No puedo dejar de imaginarte,
No puedo dejar de inventarte.

De repente te das cuenta que nada puede ser,

que nada es.

Pero todo fue, y eso te mantiene vivo.

Ese recuerdo de lo que eras, de lo que sentías, de lo que creías, te mantiene pendiente, atado.

Cómo si ese recuerdo se conectara directamente con los latidos de tu corazón, como si no pudieras respirar si te falta.

Al fin y al cabo anhelas una vida, anhelas tu vida, y no podés evitar pensar que se te fue con los sueños que perdiste.

Y nunca más volviste a dar lugar a otros sueños, no podés salir, no querés salir, no buscás la salida.

Tu vida está con vos, tu vida sos vos y es tiempo de arrancar.

Dejar de sentir.

A pesar de que lo niegue
y de que me mienta.
Aunque intente disimularlo.
Ya no puedo más.
Quiero bloquear este sentimiento,
tengo que bloquear este sentimiento,
ya no puedo más.
Esta angustia inexplicable que siento cuando no estás
tantas lágrimas en vano, sin sentido.
Es tan distinto lo que siento cuando te veo,
no lo puedo explicar.
Pero aún así estoy sola,
me siento sola.
No tengo nada.
Si yo sé cuál va a ser el final, no debería querer.
Pero en el fondo no quiero ese final,
quiero el final que me inventé,
el final imposible,
ese final que me favorece a mi.
Debería pelearla,
salir a matar para ganar,
pero no puedo.
Es tan difícil sentir.