jueves, 1 de diciembre de 2011

Tú no eres quien yo espero.



Penélope, con su bolso de piel marrón
y sus zapatos de tacón
y su vestido de domingo.
Penélope, en sienta en un banco en el andén
y espera que llegue el primer tren
meneando el abanico.
Dicen en el pueblo que un caminante paró
su reloj
una tarde de primavera.
'Adiós amor mío, no me llores volveré,
antes que de los sauces caigan las hojas.
Piensa en mi, volveré por ti'
Pobre infeliz, se paró tu reloj infantil
una tarde plomiza de abril,
cuando se fue tu amante.
Se marchitó, en su huerto hasta la última flor.
No hay un sauce en la calle mayor
para Penélope.
Penélope,
tristes a fuerza de esperar,
sus ojos parecen brillar,
si un tren silva a lo lejos.
Penélope, uno tras otro los ve pasar,
mira sus caras, les oye hablar,
para ella son muñecos.
Dicen en el pueblo que el caminante volvió,
La encontró, en su banco de pino verde.
La llamó
'Penélope, mi amante fiel, mi paz.
Deja ya, de tejer sueños en tu mente.
Mirame, soy tu amor regresé'
Le sonrió
con los ojos llenitos de ayer,
no era así, su cara ni su piel.
'Tú no eres quien yo espero'
y se quedó
con su bolso de piel marrón,
y sus zapatitos de tacón,
sentada en la estación.